Son las 7:30h, unos 8º en la terraza del Rak Hotel, donde hay un restaurante regentado por dos personajes con descripción difícil, vamos a decir que son una especie de talibanes que pasan frío, y que llevan los turbantes hasta los tobillos, eso si educados al máximo, vistas de la gente duchándose con agua caliente en las terrazas (hombres con la ropa interior puesta) y la niebla ya típica de Delhi.
A los 8:30h empieza nuestro viaje a Jaipur (275km), así como nos vamos alejando de Delhi y el día avanza la niebla va perdiendo intensidad y el paisaje cambia para ser más tipo poblados humildes con granjas de todo tipo, mercados, zonas inmensas de mecánicos trabajando a pie de autopista con camiones destartalados completamente, y pequeñas montañas que nos dan la bienvenida al Rajasthan. El camino se hace muy ameno con Lakhan, con sus carcajadas sin fin, sus historias y sus bromas. Llegamos al Fuerte Ambar, en la cima de una pequeña montaña rodeado de una muralla, con monos y palomas por todas partes, la visita se hace interesante y nos metemos por todo tipo de habitaciones, plazas, comedores, estrechos pasillos y balcones. Hemos estado cerca de 2h y Lakhan nos recibe con su sonrisa incansable y una nueva proposición visitar otro fuerte, el Jaigarh accedemos y eso nos lleva a coger un desvío por una ruta con muchas curvas y estrecho de veras a la cima de una montaña, las vistas a Jaipur y el lago con el Jal Mahal se hacen cada vez más bonitas, alguna foto habrá quedado bien. El fuerte no es nada del otro mundo, pero las vistas a Jaipur y los sonidos estridentes de las mezquitas musulmanas merecen la visita, muy buen visual...
Después del descenso con un rickshaw con problemas de luces a nuestra espalda, al poco tiempo llegamos a Jaipur pasando delante del Jal Mahal y poniendo nuestros huesos en un restaurante con baile y cante típico con unos trotamúsicos bastante peculiares, de todos modos nos ha gustado el show y los bailes del vientre de la chica.
En busca de nuevo lugar para dormir y por fin a descansar.
17/01/10
Primer día completo en Jaipur empieza con un desayuno con nescafé peste y dos tostadas con mantequilla, eso si en la terraza restaurante del hotel y con un sol de justicia. Lakhan lleva despierto desde las 6h son las 9h y no quita la sonrisa de la cara y todo el tiempo hace que nos sintamos genial. El Tata espera impaciente para empezar el día, la primera visita es el Hawa Mahal y el bazar siredeori que esta en la misma calle. La propuesta siguiente es el City Palace, pero nos da la sensación que no va a ser algo que nos entusiasme demasiado y decidimos saltarnos la visita proponiendo otra que parece ser mas interesante que esta a unos 35km pero que en el camino hay bastante campo y poblados más auténticos, nos dirigimos a Ramgarh Lake. Los kilometros van pasando entre camellos, monos, gentes de todo tipo, mujeres que trepan a los arboles y otras cargando leña en su cabeza de una forma muy peculiar, todo nos llama la atención, parece que hemos vuelto al pasado. El lago Ramgarh aparece delante de nuestros ojos seco totalmente, pudo llegar a tener 65m, pero desde hace 5 años la zona padece una fuerte sequía que hace que lo que tenemos delante sea una vasta extensión de tierra, cientos de monos y palmeras rodean un hotel desde donde se divisa todo lo que fue el lago, nos decidimos a entrar para pedir algo de información sobre la zona y nos atienden muy amablemente la gerente del super hotel, enseñándonos todas las instalaciones por si nos interesa para otra vez. Nunca vimos un hotel así, todo lujo, era un sueño.
Despertamos de nuevo en el Tata de vuelta a Jaipur, donde estaba nuestra Dosas esperando en el restaurante Rainbow. Las dosas son una especie de creppe de arroz de casi un metro donde meten todo tipo de vegetales, muy bueno.
Tocaba un poco de trabajo después de haber llenado el estómago, vamos a visitar las joyerías de la ciudad donde se dice que trabajan muy bien la plata. Comparamos precios en varias y hubo alguna compra, y alguna que otra buena conclusión sobre un posible futuro. También hemos estado en tiendas de textil, donde hacen todo tipo de cosas desde una pasmina hasta un edredón nórdico pasando por babuchas, trajes, zapatos y un largo etcétera.
Se nos pasó volando Jaipur, mañana emprenderemos viaje a Pushkar nuestro nuevo destino.
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